viernes, 15 de abril de 2011

La Ciudad

A veces siento que floto sobre un maldito río de cadáveres mutilados, asquerosos y putrefactos, cuyo hedor puede hacer desistir al más fuerte de los espíritus y quebrantar la más pura de las voluntades, y mientras éstos son devorados por demonios necrófagos, yo solo observo cuidadosamente sus movimientos, las ansias con las que desgarran la piel, la efusividad con la que tragan cartilagos, lo mucho que les agrada el olor a pus, pus realmente acre y negra
y hasta llegan a ser notables las elocuentes figuras que se forman con la sangre derramada que utilizan de cama para fornicar. Sin ofuscarme sólo añoro un poco de whiskey para combinarlo con mi esencia y beberme por completo contemplando ese bello paisaje, mientras estoy conciente de que en mi mente y corazón cuento sólo con el mejor sentimiento del mundo, "El amor" que le tengo a las botellas y los bares...






Julio Méndez Montes de Oca (Bo-blitz)

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